Normalmente hay dos anécdotas que podemos contar (y otras muchas que nos dejamos en el tintero) que ocurren cuando hacemos networking. Imagínate la situación: el descanso entre ponencia y ponencia de un congreso, coffee break y todo el mundo como loco a por lo bollos y el café (con suerte si hay puesto un pequeño ágape), consultando las mil notificaciones del móvil… y… se te presenta alguien.
– Hola, me llamo José Antonio.
– Hola, yo soy “una de las turistigirls”.
– Encantado (los dos besos formales). ¿En qué trabajas?
– En una agencia de comunicación online y redes sociales que se llama Turistícate.
Aquí llega lo primero, ¿turis – qué? Nos han llamado “turisticae”, “turistiqueit” (como si fuera en inglés), “turisticare”… Después de intentar vocalizar el nombre entre el ruido habitual de estos sitios y acentuar la palabreja como esdrújula que es lo que es, con una sonrisa, llega la siguiente anécdota.
– Ah vale, Turistícate (y tú le miras orgulloso porque ha dicho bien tu nombre). Entonces, ¿trabajas solo en turismo?
Turistícate empezó su andadura hace ya 3 años gestionando cuentas principalmente de turismo, pero hemos pasado a tener clientes de otros sectores muy diferentes como moda, música, ópticas, radio, calzado, servicios inmobiliarios, alimentación…
Eso no quiere decir que no queramos trabajar en turismo. Todo lo contrario, ¡nos encanta! Pero como agencia de comunicación online y social media, el plan de redes sociales, las acciones de comunicación o de marketing se adaptan siempre a cada cliente. Incluso dentro de turismo, será diferente la comunicación de un destino, un hotel o un museo.
Y como no tenemos miedo, ¡pues ahí que vamos!
Empezamos estudiando al cliente, su filosofía, el producto, el sector… todo en comunicación constante durante las reuniones presenciales o a través de videoconferencias, emails, teléfono, gestores de proyectos… todos los canales que sean necesarios. Analizamos qué está haciendo hasta ahora y empezamos a trazar un plan para poder responder y ser la voz de ese cliente.
Al fin y al cabo, se trata por ejemplo de gestionar las redes sociales de un negocio y todos partimos de la misma base. Comunicar para conseguir unos objetivos. Elegir las mejores redes para esa empresa, seleccionar las herramientas, el estilo del lenguaje. Crear acciones de marketing originales, creativas, únicas y divertidas. Seleccionar la mejor información y elaborar contenido propio, elegir las mejores tácticas, las mejores imágenes, las mejores palabras clave.
Escuchar a los usuarios, recibir sus opiniones, tanto si son negativas como positivas. Qué mejor que saberlo para poder plantearse un cambio de rumbo.
Y por último, medir. Cuando llega el momento de hacer el informe mensual, se analiza por qué ha tenido esos resultados, aprendemos, modificamos y, si es necesario, volvemos a medir.
Trabajamos para mejorar la comunicación de cada cliente. ¿Te has imaginado el proceso en turismo o en tu propia empresa? Ahí tienes la respuesta, ese es el proceso que nosotras llevamos a cabo 😉